Cómo utilizar una manta ignífuga
Las mantas ignífugas son un componente integral de la seguridad contra incendios. Pueden ser utilizados por personas en hogares, empresas, escuelas y hoteles para prevenir o extinguir pequeños incendios en múltiples entornos, desde hogares hasta escuelas y hoteles, sofocándolos y cortando el suministro de oxígeno, cortando efectivamente su fuente y deteniendo aún más. desparramar. Las mantas ignífugas pueden incluso ayudar a salvar a las personas en situaciones en las que su ropa se incendia. ¡Siempre deben guardarse cerca de áreas de cocina como estufas y parrillas para un fácil acceso en caso de que surja un incidente!
Para utilizar una manta ignífuga de forma eficaz, primero asegúrese de que todas las fuentes de calor estén apagadas y de que sea seguro acercarse a ellas. Coloca la manta sobre el fuego, asegurándote de que no existan huecos o agujeros dentro de su cobertura, para cortar su suministro de oxígeno y evitar que continúe ardiendo. Sin embargo, si las llamas continúan, sería aconsejable evacuar inmediatamente y llamar a los servicios de emergencia, ya que esto puede evitar una mayor propagación de los daños.
Las mantas ignífugas pueden cumplir múltiples funciones además de sofocar incendios; también actúan como aislante, protegiendo a las personas del calor. Esto es especialmente útil si alguien ha sufrido quemaduras con aceite caliente, líquidos inflamables o incendios eléctricos. Las mantas ignífugas suelen venir en tres tamaños diferentes, por lo que se puede elegir la adecuada en función del tamaño potencial del fuego; Las mantas más pequeñas pueden ser más adecuadas para hornos domésticos o sartenes, mientras que las más grandes se pueden utilizar en cocinas comerciales o talleres donde equipos o materiales calientes podrían provocar incendios.
Como ocurre con todos los equipos de seguridad contra incendios, es fundamental que las mantas ignífugas se almacenen y mantengan adecuadamente para que estén listas para su uso cuando sea necesario. Según las recomendaciones de la industria, se deben comprar nuevas mantas ignífugas cada 7 a 10 años para mantener la eficacia, con una inspección periódica por parte de un experto acreditado en seguridad contra incendios para asegurarse de que todo funcione correctamente.
Asegúrese de que todos los miembros de un hogar o negocio sepan dónde se puede encontrar la manta ignífuga y cómo pueden acceder a ella en una situación de emergencia, incluido desembalarla de su embalaje y saber qué medidas se deben tomar si se produce una activación o daño accidental.
Las mantas ignífugas no deben considerarse herramientas eficaces para combatir incendios grandes y fuera de control; más bien deberían verse como herramientas para sofocar pequeños incendios y ayudar en la evacuación cuando estalla un incidente. Las mantas ignífugas siempre deben combinarse con un tipo apropiado de extintor de incendios en situaciones de emergencia para ayudar a minimizar o prevenir daños, y nunca deben usarse con productos químicos o corrosivos que puedan contaminar un área. Como parte de los procedimientos de manipulación de mantas ignífugas, también es recomendable utilizar guantes ignífugos y evitar respirar humo o vapores. La inhalación puede causar enfermedades graves o incluso la muerte, por lo que es fundamental tomar las medidas necesarias para limitar la exposición tanto como sea posible.
Tela filtrante de fibra de vidrio PTFE